El fin

Paco Gámez nos ofrece en el Teatro Español una dramedia sobre deseos insatisfechos con un planeta a punto de implosionar

El fin - Foto de Vanessa Rabade
Foto de Vanessa Rabade

El producto audiovisual más cercano que tenemos sobre el consabido apocalipsis en nuestro planeta ha sido No mires arriba, en Netflix, con mogollón de estrellas. Un éxito tremendo que ya va cayendo en el olvido. Una tontuna, aunque, al menos, tenía su parte de sátira sobre nuestro mundo de magnates sobrevenidos dirimiendo los destinos de la humanidad.

Paco Gámez se acoge a este género tan explotado en el cine para redundar en los tópicos aparejados: el carpe diem, el tempus fugit y toda esa retahíla que reconocemos desde los albores del milenarismo y, después, con las pestes y otras pandemias. Quizás, si esos motivos tan trascendentes se hubieran exprimido con consistencia, la humorada hubiera sido más significante. Sigue leyendo

Sueños y visiones del rey Ricardo III

Carlos Martín y José Sanchis Sinisterra reinventan al personaje shakesperiano en un mundo de tinieblas y fantasmagorías

Ricardo IIILa función estuvo determinada por la imprevista muerte de una de las grandes personalidades teatrales de este país como fue Andrea D´Odorico, a quien el director del Español, Juan Carlos Pérez de la Fuente, le dedicó un emocionadísimo recuerdo al finalizar la función. En otro orden de cosas, también estuvo la función determinada por las novedades sobre el caso Ricardo III que nos van llegando de Gran Bretaña; una vez que se ha confirmado que los restos encontrados en un aparcamiento de Leicester pertenecen al rey. Por lo visto sufría una escoliosis (más que joroba), debió de ser rubio y con ojos azules, además de un gran bebedor de vino y un engullidor de presas exóticas. Lo que nos encontramos encima del escenario es un hombre que supera los setenta años, al que le cuesta caminar y que pronuncia como si hubiera perdido varias piezas dentales. ¿Quién es ese Ricardo III? Un espectro, un avatar de la codicia y el odio concentrado durante una infausta juventud. Sigue leyendo