La reina de Micenas se reconvierte en una mujer que reivindica sus actos a través de la mirada contemporánea y feminista de José María del Castillo
A José María del Castillo le ha apetecido coger lo que más le ha convenido o inventarse lo que ha creído pertinente para mostrarnos a una reina que se llama Clitemnestra; pero que nadie va a reconocer en nada. Es un engendro de tiempos, de caracteres, de morales que únicamente está ahí, delante de nosotros, para transmitir el discurso ya canónico en la sociedad de nuestras últimas décadas. El engrudo feminista que bate liberalismo (casi ultra), narcisismo y hembrismo con empoderamiento, astucia y una libidinosidad altamente hedonista podría estar destinado a completar una buena obra de ficción; pero es un panfleto. Esta señora es otro objeto de consumo más (pido perdón, por decir objeto). Sigue leyendo
