Los Teatros del Canal dan cabida a la última propuesta de Antonio C. Guijosa, un drama sobre la ambición y el desencanto en un presentador de televisión

Da la impresión de que Antonio C. Guijosa tenía en la cabeza ideas para escribir una novela; no obstante, que al plasmarlas en una pieza dramática los distintos asuntos o se desparraman o se quedan inconclusos. Por eso, la función se hace larga. Esto se evidencia en algunas subtramas, cuando descubrimos que el desarrollo de algunos personajes es insolvente, como ocurre con el papel de Cristina Bertol, quien hace de asistente personal de un jefazo y, a la vez, quiere emprender su carrera artística como cantante. Quizás se le da demasiados minutos a un carácter secundario dentro del argumento. Tal es así, que se siente forzada la inclusión de varios temas musicales. Uno escrito ex profeso por el propio dramaturgo y, luego, el «Halo», de Beyoncé. En fin, parece que tenemos dos obras en una. O una a medias. Sigue leyendo