Los Teatros del Canal acogen la adaptación de la breve novela de la argentina Ariana Harwicz, protagonizada por Érica Rivas

Miren que la verborrea de los argentinos a nosotros, los españoles, nos parece proverbial, agotadora y asfixiante; pero, también, seductora, en cuanto que da la impresión de que se adentran en un torbellino que va a ser capaz de horadarnos hasta la médula. Y si una prosa de este calibre ha triunfado por aquellos lares ha sido la de Ariana Harwicz, quien se apodera del flujo de conciencia impuesto más por Virginia Woolf (que es nombrada, por su Mrs. Dalloway) que por el de Joyce. Aquí no hay juegos lingüísticos. Aquí hay tajos. Porque el cuchillo que sostiene desde el inicio, tan real como metafórico, es una inapelable relación de fondo y de forma. Sigue leyendo