Irene Escolar y José Luis Torrijos interpretan este drama de abusos sexuales en un montaje con sobresaliente factura escenográfica

Resulta ya pesado encontrarse con propuestas teatrales que caen premeditadamente en el gran error de toda creación cinematográfica, narrativa o dramática: contar, contar explicando aquello que se debería evidenciar a través de la vivencia, de la representación, del acontecimiento. Ante todo hay que mostrar, que para eso dispones de un lenguaje visual. Sigue leyendo