Oriol Tarrasón presenta en el Teatro Fernán Gómez una visión sobre la tercera edad esperanzadora atravesada por la comedia

Si hace unas semanas Mario Gas se ponía al frente de un elenco septuagenario con Los secuestradores del lago Chiemsee, de Alberto Iglesias, ahora le toca Oriol Tarrasón acometer un desvelamiento de los tópicos sobre la tercera edad. Nadie podrá acusarlos ya de edadismo, que es otra más de las discriminaciones de nuestro mundo discriminante (y quejumbroso, claro); puesto que el protagonismo se lo llevan todo unos individuos que pretenden alargar su existencia como si la vigorosidad no decayera. Así ocurre que en Otra vida se anhela ofrecer un panorama antitópicos; para, a la postre, no profundizar en ninguno de ellos. Quizás esta moda de rejuvenecer a los ancianos embarcándolos en la multiaventura o en el acometimiento de aquellas actividades que nunca han realizado o que podrían continuar haciendo como si el cuerpo respondiera igual, no sea más que otro aldabonazo de la sociedad de consumo. Sigue leyendo