Lola Herrera y Héctor Alterio protagonizan en el Teatro Bellas Artes el clásico de Ernest Thompson
La obra que estrenó Ernest Thompson en 1979 huele a clásico por los cuatro costados. Es un texto muy deudor de los grandes autores estadounidenses como Eugene O´Neill o Thornton Wilder, donde lo que prima es el núcleo familiar con esas lógicas grietas que se van abriendo según avanza la función. También es evidente la influencia de Chejov, con ese paso del tiempo tan lento y esa sensación de que no ocurre nada. Aquí, dos ancianos, Etel y Norman, vuelven un año más a su retiro en el Estanque Dorado, una laguna repleta de patos, peces y millones de insectos. Ella es Lola Herrera, una de esas madres y esposas alegres, activas y con una paciencia henchida de generosidad. La actriz nos regala de nuevo una de esas actuaciones cargadas de magisterio. Sigue leyendo