Escena – Fin de temporada 2023-24

Entre el general estado del teatro más seguidista y políticamente pacato, esta temporada nos hemos encontrado con una buena colección de propuestas destinadas a perdurar

Vudú (3318) Blixen - Luca del Pia
Foto de Luca del Pia

Una temporada más que se cumple por estos lares, decimoprimera ocasión en Kritilo, fuera ya de La Lectura de El Mundo, que hizo aguas tal y como la conocimos (época satisfactoria, por supuesto). Convendré, para resumir, que entre la abundancia de funciones, continúa la misma línea de pertinaz decadencia. Mucho entretenimiento, mucha distracción, muy poco atrevimiento a la hora de salirse de los cauces morales y políticos de lo establecido por el público «objetivo». Los espectadores aplauden a rabiar o desisten, y ya no acuden (aburrimiento o desprecio de las soflamas de turno). No parecen darse las medias tintas. Sigue leyendo

Kill me

Marina Otero construye una performance con los habituales elementos del teatro posdramático para redundar en el tema de la salud mental

Kill me - Foto de Pablo Lorente
Fotografía de Pablo Lorente

En los entresijos del arte contemporáneo, las obras cargadas con una compleja conceptualización elaborada con formas que desbordan los marcos referenciales se entremezclan con otras (la inmensa mayoría) que únicamente son copias de procesos, plagios de emulsiones y repeticiones de técnicas dramatúrgicas en ese cajón de-sastre que es el teatro postdramático. Para mí, una de las claves es filosófica. Si la propuesta carece de ideas, el cliché se impone. Esto es lo que ocurre aquí. Vayamos directamente al final. ¿De verdad Marina Otero ha cerrado su performance haciendo una recreación del «Wrecking Ball», de Miley Cyrus? Igual desnudez y delgadez. Sigue leyendo