Ricardo III

Marco Paiva lleva a cabo esta atrayente propuesta sobre la obra de Shakespeare con un elenco que emplea la lengua de signos

Ricardo III - Foto de Geraldine Leloutre
Foto de Geraldine Leloutre

Me pregunto cómo sería esta función sin los sobretítulos, si el público sordo que se expresa con lengua de signos se sometiera a esa experiencia. En el Teatro Valle-Inclán se presenta el Ricardo III, de Shakespeare, con un elenco que emplea el sistema signado español y portugués. ¿Qué se entendería? ¿Qué se perdería? Me refiero, por un lado, al dilema de cómo adaptar la literatura, con sus figuras, con sus metáforas, con una mayor adjetivación, a una expresión que, con mucha frecuencia, es más restrictivo en su matización que el lenguaje escrito. ¿Es posible la «traducción»? La cuestión es que, de alguna manera, poder leer la obra hace que el espectáculo tenga truco, incluso para los sordos que pueblan la platea. ¿No tiene esto, quizás, algo de esteticismo vacuo? Sigue leyendo