House

El cineasta israelí Amos Gitai traslada al teatro su trilogía sobre la ocupación en diversos territorios de Palestina

Foto de Simon Gosselin

Estamos ante una sinécdoque, una parte que da cuenta de un (casi) todo. Observamos desde un satélite cómo se ha ido procediendo a la ocupación israelí sobre los territorios de Palestina y uno contempla todas esas nuevas construcciones que han nacido sobre el derrumbe de otras. Terrible es que este montaje que recorre tanto tiempo vaya a ser tamizado a partir de un contexto actual tan acuciante. Cómo vamos a caldear el ambiente nosotros desde nuestra conciencia, pues lo que descubrimos en escena es bastante frío, bastante distanciador, tan carente de una violencia expresa. Este hecho nos puede echar para atrás. La propuesta no es muy atractiva en su ritmo y en su estatismo. Menos, si tenemos que leer tanto. Más de cuatro lenguas se emplean, entre ellas el francés, el inglés, el yidis y el árabe.

El director de cine Amos Gitai decidió hace unos años enlazar teatralmente los documentales House (1980), A House in Jerusalem (1997) y News from Home News from House (2005). La primera parte ─si uno quiere visionar la película─ informa de cómo se ha derrumbado una casa y cómo se está construyendo de manera casi idéntica. Todo ello en blanco y negro, con los trabajadores golpeando la piedra. Así se representa sobre las tablas. La contundencia de esos martillazos no tiene nada que ver con las explosiones de los últimos meses, pero perturba el espacio escénico. Los andamios flanquean el foco central, y en ellos se hospedan los músicos. Alexey Kochetkov tocará el violín distintas ocasiones con tinte folclórico para matizar las discrepancias, mientras que, en el otro lado, Kioomars Musayyebi se ocupará del dulcimer para insistir en la tensión creciente. Sumémosle un pequeño coro, con la sobresaliente y conmovedora actuación de Dima Bawab, que logra verdaderamente despertarnos del tedio que, de vez en cuando, nos atenaza. De hecho, la música es el elemento que más infunde la pasión dentro de un proyecto algo monolítico en sus expresiones directas, pues se presentan con sus nombres y detallan su biografía en un procedimiento reiterativo.

Porque no asistimos apenas a diálogos que supongan agrias discusiones políticas. Los dos obreros, al principio, gentes de los pueblos cercanos, se manifiestan desde la derrota, con humildad y con furia contenida. Lanzando, si acaso, preguntas retóricas a los propios espectadores sobre qué haríamos nosotros si nos usurpasen nuestras propiedades. Se habla, entonces, de una casa que tuvo que ser abandonada por un médico palestino en 1948, durante la guerra árabe-israelí. Es la familia Dajani, la que tuvo que emprender el camino del exilio. Por eso, de una forma muy elocuente, observaremos a Bahira Ablassi encarnándose en una anciana que nos resume el periplo.

Por otra parte, conoceremos a Michel, un artista belga que es interpretado con descaro y un ápice de soberbia por Micha Lescot, un sionista convencido de su posición ideológica. Muy convincente en sus intervenciones. Se acoge a la huella de sus ascendentes, asesinados unos y otros supervivientes del holocausto. Ofrece, desde luego, el contraste a la evidencia de un robo.

Algunas escenas de los susodichos documentales se cuelan en la gran pantalla. También algunos fragmentos de otras películas del cineasta. El repaso de la historia del último siglo en aquel territorio queda marcado con una serie de hitos. Se escucha a un constructor hablar sobre la casa, revelarnos los significados del nombre de aquella calle: Dor Dor Vedorshav, que deja hoy un panorama espléndido de chalets repletos de enredaderas. Otros individuos sucumben a la melancolía que exige la desesperanza. De todas formas, el asunto se extiende enormemente. No querer incurrir en el propio conflicto de modo tajante implica, de alguna manera, que nos movamos en círculos, que volvamos una y otra vez sobre la metáfora principal. Las cuestiones geopolíticas, el terrorismo o la actitud del resto de países indirectamente implicados a lo largo de estos años queda para que nosotros completemos la función.

Hace unos meses, en los mismos Teatros del Canal, asistíamos a Todos pájaros, de Wajdi Mouawad. El propio director de La Coline ha sido el responsable de enviarnos el espectáculo de Gitai. Podríamos considerar que sus procedimientos dramatúrgicos insisten en la incomunicación; pero las importantes remisiones son, en el presente, ineludibles.

House

Texto y dirección: Amos Gitai

Reparto: Bahira Ablassi, Dima Bawab, Irène Jacob, Alexey Kochetkov, Micha Lescot, Pini Mittelman, Kioomars Musayyebi, Menashe Noy, Minas Qarawany, Mark Bonney, Danielle O’Neill, Nathan Mercieca y Ghassan Ashkar

Asistente de escenario: Talia de Vries

Adaptación del texto: Marie-José Sanselme y Rivka Gitai

Escenografía: Amos Gitai asistido por Philippine Ordinaire

Vestuario: Marie La Rocca asistida por Isabelle Flosi

Iluminación: Jean Kalman

Sonido: Éric Neveux

Dirección musical: Richard Wilberforce

Colaboración en el video: Laurent Truchot

Peluquería y maquillaje: Cécile Kretschmar

Preparación y dirección de sobretítulos: Katharina Bader

Construcción de escenografía: taller de La Colline – théâtre national

Producción: La Colline – théâtre national

Estreno en La Colline – théâtre national 14 marzo 2023

Extractos de las películas de Amos Gitai: House (1980), House in Jerusalem (1998), News from Home / News from House (2005), Kippur (2000) y Field diary (1982)

Con la colaboración de la Fundación Casa Pintada – Museo Cristóbal Gabarrón

Teatros del Canal (Madrid)

Hasta el 26 de abril de 2025

Calificación: ♦♦♦

Puedes apoyar el proyecto de Kritilo.com en:

donar-con-paypal
Patreon - Logo